domingo, 31 de agosto de 2014

PERIODISMO EN TIEMPOS DIFICÍLES / Marcelino Bisbal

Los periodistas, por supuesto que el periodismo y los medios, siempre han estado en la mira del poder. No hay más que registrar la historia para darnos cuenta del papel que ellos han jugado, ya sea como actores sociales o asumiendo el papel de actores políticos, y comprobar la veracidad de esa afirmación. Los periodistas y los medios asumen compromisos con ciertas causas y hechos; esto hace que se transformen en espejo de la realidad social, política y económica, para convertirse en un actor histórico que pone en jaque al poder en cualquiera de sus formas. ¿Es esta la tarea que deben cumplir? Interrogante para el debate.

Lo que sí podemos afirmar es que el periodista y el medio forman parte de la vida pública y por lo tanto inciden en ella junto a otros actores como los políticos, la sociedad civil, las iglesias, las ONG, los sindicatos… Lo que ha venido ocurriendo, no solo en nuestro contexto, sino fuera de él, es que los media y sus periodistas han ocupado la vacante que dejaron otros actores-instituciones y además la ciudadanía –equivocadamente o no­– les ha otorgado ese papel de comportamiento ante los diversos problemas públicos.

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Los tiempos que vivimos en el país han sido duros para los periodistas, pero también han sido tiempos difíciles para la industria de los medios. El gobierno de antes y el de ahora le han tenido y le tienen mucho miedo al periodismo porque desde él se transparentan los ineficientes manejos del poder, se proponen los hechos noticiosos de la agenda pública, determinan la deliberación social y ponen en evidencia el mal manejo de la cosa pública. Pero también los massmedia han distorsionado u ocultado información y han intentado ser, en ocasiones, un balance del poder haciendo selección y jerarquía de las noticias, incluso con formas de narrar que se alejan de sus obligaciones ético-políticas.

No es casual entonces que el 13 de agosto se haya presentado ante la Asamblea Nacional el Proyecto de Ley de Comunicación Social. Antes de entrarle a algunos aspectos de ese proyecto, digamos que en la Venezuela del socialismo del siglo XXI hay más de veinte leyes que tocan el tema de la comunicación. Nos encontramos con instrumentos jurídicos que van directamente al tema de los contenidos de diversa temática (políticos, económicos, sociales, culturales, etcétera), otro grupo que toca el mundo de las comunicaciones comerciales y, finalmente, unas leyes que soportan jurídicamente el llamado Estado comunal y que tienen incidencia en las comunicaciones en general. A manera de ilustrar, digamos que la AN en todo el año 2013 aprobó veinte leyes; 30 % de ellas (6) tiene que ver con el tema de las comunicaciones y sus profesionales.

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Cuando analizamos los contenidos del Proyecto de Ley de Comunicación Social hay que tener presente los referentes anteriores. Ese proyecto no puede ser visto de manera aislada. Los gremios periodísticos han llamado la atención en tres aspectos: el asunto de la colegiación, la Ley de Ejercicio del Periodismo y la formación académica. Ya en 2009 se planteó el tema. En aquel entonces dos diputadas, además periodistas, indicaron que se debía reformar la ley porque “es de vital importancia proyectar el ejercicio del periodismo en este proceso de transformación. Cómo deberíamos orientar una ley que pueda adaptarse a esta nueva realidad”.

El Proyecto de Ley de Comunicación Social vuelve a insistir en lo mismo, pero ahora va más allá. Para el proyecto “todos los humanos” somos comunicadores que debemos estar amparados porque el ejercicio de la comunicación “no puede estar restringido, y menos por una Ley, a un limitado número de personas” El tema radica en diferenciar comunicación de información. La información requiere de unas reglas de presentación, de codificación, de mediación, de producción social, en cuanto producto comunicativo de carácter público. Para ello es indispensable la formación universitaria que le otorga al futuro periodista-comunicador un conjunto de materias primas que le dan valor añadido al producto informativo.

Lo que sí es peligroso es lo que se cuela en el proyecto, y se formula en los artículos 17 y 18. Desde el artículo 17 el periodista no podrá escribir o difundir información sobre una persona sin que esta sepa qué se está informando sobre ella. Censura previa y autocensura. Y el artículo 18 nos dice que es “inexcusable” informar sobre “situaciones irrelevantes”. ¿Quién determina la irrelevancia de un hecho o de una información?

Hoy vivimos en el des-orden impuesto desde el poder que des-gobierna. Ese poder quiere seguir des-ordenando las comunicaciones más de lo que ya están. Esperemos que la sensatez que privó en el año 2009 se  haga presente  otra vez y se clausure cualquier debate sobre este Proyecto de Ley de Comunicación Social.





sábado, 16 de agosto de 2014

Quieren acabar con el ejercicio profesional del periodismo


Periodistas y Punto se pronuncia

Guisandes actúa por encargo del Gobierno

La entrega de un proyecto de Ley que niega la profesionalización del ejercicio profesional del periodismo es parte de la política oficial para silenciar a los gremios profesional y a la sociedad venezolana.

Este señor es tan absurdo que afirma que la Ley que él propone puede coexistir con la actual Ley de Ejercicio del Periodismo cuando, en realidad, lo que plantea es derogar una normativa que se conquistó en duras jornadas iniciadas en 1967 y contó con el respaldo de todo el gremio, estudiantes de comunicación social, otros gremios profesionales y la sociedad democrática venezolana.
La actual Ley de Ejercicio se aprobó, por unanimidad, en el Congreso de 1994 y fue ratificada, en todas sus partes, por el Tribunal Supremo de Justicia en 2004 mediante la resolución 1411

Al editor Guisandes y a quienes lo mandaron no les interesa que nuestra Ley exija formación universitaria; que señala que “el secreto profesional es derecho y responsabilidad del periodista: “Ningún periodista está obligado a revelar la fuente informativa de hechos de los que haya tenido conocimiento en el ejercicio de su profesión”; la Ley establece que CNP “es custodio y defensor del derecho del pueblo a ser y estar informado veraz e integralmente y, al mismo tiempo, del derecho del periodista al libre acceso a las fuentes informativas”.

La extraña conducta del editor Guisandes llega a niveles del delirio cuando afirma pomposamente que la profesionalización “es contraria a la inteligencia, a la razón y al orden natural”.




El editor Guisandes actúa por encargo del Minci para intentar debilitar al CNP y amedrentar a los periodistas porque es uno de los objetivos de quienes pretender imponerle al país la llamada “hegemonía comunicacional”. Lo que quieren es un gremio débil y atomizado mientras amenazan a medios y periodistas, cierran emisoras, compran canales y amenazan a los voceros de la sociedad.

domingo, 10 de agosto de 2014

CARTA ABIERTA AL UNIVERSAL


Expresión Libre, comunicadores por la paz y la democracia

CARTA ABIERTA

Caracas, 9 de agosto de 2014

Ciudadano
ING. JESÚS ABREU ANSELMI
Presidente de El Universal
Presente.-

De nuestra mayor consideración:

La ONG Expresión Libre, Comunicadores por la Paz y la Democracia, lo saluda en la oportunidad de expresarle algunas inquietudes que han surgido desde que usted asumió la presidencia del diario El Universal.

Para su conocimiento, el objetivo de nuestra organización es defender el ejercicio de los comunicadores y la libertad de expresión y opinión.

En función de este propósito y en vista de los cambios efectuados en el diario que usted preside, queremos recordarle algunas afirmaciones suyas cuando se comprometió en la tarea y la responsabilidad de conducir la suerte de ese medio de comunicación: "La imparcialidad nos obliga a ser absolutamente objetivos" (…) "Aquí no habrá ni control, ni cortapisas. La libertad de expresión es un valor esencial"... (Entrevista realizada por Roberto Giusti a| Jesús Abreu Anselmi, presidente del diario El Universal).

Sin embargo, Ing. Abreu, sus palabras de entonces distan mucho de la línea editorial reciente de El Universal, y nos generan más dudas que certezas dado el acoso a la libertad de información, opinión y expresión que se viene desarrollando en Venezuela, además de la opacidad que está caracterizando a las más recientes operaciones de compra-venta de distintos medios de comunicación, incluyendo a El Universal.

Afirmó en la entrevista antedicha  ”Aquí no habrá control ni cortapisas”, pero decidió prescindir de más de 20 colaboradores en el género de opinión, quienes han aportado sus pensamientos y criterios sobre temas de relevancia nacional durante muchos años; y ante la reacción lógica de los afectados y del público, se invocó el Código de Ética y el Manual de Estilo para justificar la desaparición de artículos y firmas de numerosos columnistas, y mediante un editorial que consideramos ofensivo (05-08-2014), se sembró dudas sobre la honorabilidad de los articulistas y de quienes han venido dirigiendo las secciones de opinión y redacción, y antiguos propietarios del diario; pues, antes, según ese editorial, unos ofendían y otros consentían las ofensas.

¿Quién, en su sano juicio, puede creer que todos los articulistas desestimados por usted incurrían en ofensas personales, el descrédito, falsas informaciones, mentiras, el irrespeto y juicios morales, y también transgredían el buen uso del lenguaje, el respeto y el honor de terceros?

¿Cómo se compagina esa garantía de “la libertad de expresión como valor esencial” en el medio por usted presidido cuando se censuró una caricatura de Rayma, el 3-8-14, según ella misma afirma? Con esta acción coercitiva se está avalando la posición político-partidista de miembros y simpatizantes del actual gobierno que han acusado y amenazado a la periodista Suprani tan sólo por ejercer su derecho a opinar mediante el humor gráfico.

Nos preocupa asimismo, que transcurridas varias semanas del cambio de propietarios de El Universal, aún no se conozcan los rostros y nombres de éstos. Al respecto, permítanos expresarle esta interrogante: ¿Esta situación es signo fehaciente del ejercicio de una ética empresarial moderna, sobre todo, en el ámbito de los medios de comunicación social, donde debe prevalecer la transparencia en virtud de la función mediadora que les es propia?

Además, hoy, todas las organizaciones están sometidas al escrutinio público y, en especial, los medios de comunicación. Cómo se explica que se trate de esconder los nombres y rostros de los nuevos propietarios. ¿No es esto un irrespeto hacia los lectores y los trabajadores en general de ese diario, así como  a las agencias de publicidad, anunciantes y vendedores de ese periódico? En cambio, durante más de 100 años los nombres de los accionistas de este medio siempre dieron la cara ante la opinión pública venezolana.

¿Qué se oculta detrás de la opacidad que caracteriza a la operación de compra-venta del periódico? Ya es de conocimiento que la empresa española que aparece en la transacción es apenas un intermediario en la operación, por el escaso capital registrado, su praxis, y su inexperiencia en materia editorial.

Por otra parte, usted manifestó que "La imparcialidad nos obliga a ser absolutamente objetivos", sin embargo, le decimos que en los últimos eventos que han rodeado la polémica actuación del periódico esa “objetividad” ha quedado maltrecha.

“La imparcialidad” de ese medio, si es que dicha fórmula existe, no puede perder de vista  la política comunicacional del gobierno nacional, cuyos máximos representantes han declarado públicamente que su objetivo de poder pasa por la instauración de la “hegemonía comunicacional”,  ni pasar por alto que Élides J. Rojas, Jefe de Redacción del medio que usted preside, ha sido insultado por el Ministro de Turismo, tratando de denigrarlo en lo profesional y personal.

También debemos recordar cómo se amedrenta desde el poder a periodistas que han reseñado el estruendoso caso de la detención en Aruba y su posterior liberación, del General Carvajal  entre miles de otros eventos que han vulnerado tanto el derecho a la información de los ciudadanos como el derecho al ejercicio de la profesión de periodista.

Le agradecemos la atención que pueda dispensarle a estos planteamientos que lo único que pretenden es la defensa de la libertad de expresión y de opinión y la transparencia que deben practicar las instituciones públicas y privadas, especialmente cuando se tiene un pasado prestigioso y digno de mantener, defender  y resaltar.

Atentamente,
Silvia Alegrett
Coordinadora General
Expresión Libre

0414-2840682