martes, 29 de diciembre de 2020

JOSÉ iSMAEL MORALES PÉREZ, PERIODISTA Y CARICATURISTA.

José Ismael Morales Pérez, quien hoy 29 de diciembre, cumple 84 años, ha dedicado 63 de ellos a la Caricatura periodística, aunque antes colaboraba espontáneamente con la revista “El Gallo Pelón”, pero cuando realmente comienza a consagrarse como tal, es en 1957 con los “Cartones de Morales” cuando entra en el diario El Bolivarense. Podríamos decir que la caricatura periodística sostenida en el tiempo y en todos los rotativos bolivarenses la inicia Ismael Morales Pérez, quien hoy es todo un profesional egresado de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central- de Venezuela. Del pionero diario de los Natera, Morales pasa a “El Expreso”, donde también por un tiempo Rosendo Magallanes se escapa del diseño creativo, del dibujo y la pintura, para incursionar en este género del periodismo que no cultivo mucho porque lo atrajo la fotografía, diagramación y la dirección instrumental de los rotativos. Otros de los primeros caricaturistas de la prensa local han sido Marcos Carrasco, hijo de quien fue profesor y decano de la UDO, ingeniero Genaro Carrasco; el arquitecto Salgado, José Pulido y Víctor Medina, médico, poeta, cantante y pintor, quien firmaba sus caricaturas con el seudónimo de Medito. En Ciudad Guayana, el periodismo estuvo ausente de este género expresivamente humorístico, hasta la aparición del “El Correo del Caroní” y su prohijado “El Pueblo”, en los que Víctor Reinales, crítico de excelentes trazos, publicaba “Poblachón”, “El Morrocoy” y ocasionalmente en la Página Deportiva del Correo caricaturizaba algunos temas firmados por “Puñal”. Después publicaba caricaturas diarias a todo color firmadas por Darwin que competían en ingenio y humor con los notables de los grandes rotativos. De los primeros caricaturistas, vale decir, los pioneros, el que se mantuvo hasta hace poco fue Ismael Morales Pérez, quien además de caricaturista es periodista licenciado en Comunicación Social en la UCV. Últimamente trabajaba simultáneamente la caricatura y el periodismo radial. En junio 2011, obtuvo al mismo tiempo el Premio de Periodismo Regional Andrés Roderick y el Premio Municipal J. M. Gómez Rengel. Morales entró con sus caricaturas “Cartones de Morales” en el periodismo cuando Brígido Natera Ricci fundó el diario “El Bolivarense” en diciembre de 1957. Los clisés había que hacerlos en el diario “Antorcha” de El Tigre (1969). Caricaturas de Morales han sido reproducidas por revistas como “Voz y Camino” dirigida por el extinto presidente de la República, Luis Herrera Campins, y ha tenido coincidencias temáticas y de leyendas el mismo día con caricaturas de los grandes como Zapata. Morales en sus conversaciones suele recordar esta referente a la muerte de Ramiro Finol, el inventor de la tinta indeleble utilizada por primera vez en unas elecciones: “Murió Ramiro, pero nos dejó su huella indeleble”. Igualmente se ha destacado en el quehacer caricaturesco de la prensa Luis Vásquez con “Los trazos de Luis” en El Diario de Guayana y con sus “Ostosidades”, Edgar José Osto, quien dibuja y hace caricaturas desde que era estudiante de primaria. Es licenciado en educación y ha trabajado para El Bolivarense y El Progreso y no ha tenido más escuela que la voluntad y el ejercicio diario del trazo. (AF)

domingo, 27 de diciembre de 2020

AGRIAS DIFERENCIAS ENTRE REPORTEROS GRÁFICOS

“La Lente mágica” Así calificaban a Nino Marchese sus colegas del periodismo bolivarense causando disgusto a su competidor Víctor Bayola (La Lente lento) hasta el punto de meter a los dos en mil Opel Record y conducirlos hasta Jobo Liso donde los invité a dirimir sus amargas diferencias en ese monte lejos de la ciudad. Se pusieron a reír y en vez de puñetazos, se dieron un abrazo de Año Nuevo (AF).

lunes, 9 de noviembre de 2020

EL PERIODISTA ANTONIO LÓPEZ ESCALONA

Cuando el Sol estaba en pleno cenit falleció en esta ciudad el Licenciado Antonio López Escalona, después de un largo recorrido por las páginas periodísticas locales y las relaciones Públicas de la CVG y la Municipalidad heriana. Antonio López Escalona era periodista graduado en la escuela de comunicación social de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central, pero antes que Licenciado, sus paisanos citadinos preferían identificarlo con el apócope (bachi) de “Bachiller” como también le correspondió por antonomasia al Bachiller Ramón Antonio Pérez (El Bachi Pérez), acaso porque el bachillerato de los tiempos del Colegio Federal de Varones y del Colegio de los Padres Paúles, era tan sólido que cualquier egresado podía fácilmente desempeñar relevantes cargos que iban desde la docencia al estrado judicial. El Bachiller López Escalona, aunque no tan antiguo como el Bachiller Ramón Antonio Pérez, el Bachiller Ernesto Sifontes y el Bachiller Brígido Natera Ricci, sabias personalidades del siglo pasado, era como un rezago de esa especie profesional que logró el nivel superior en un intento por librarse de ese bache que parece el “bachi”, pero que a la postre le ha resultado familiarmente tolerante y hasta afectivo. Si no pudo librarse del “Bachi”, al menos se libró de ese cognomento de “casita” que un día de bromas y chuscadas le puso Leopoldo Sucre Figerella, dado que mientras el profesor explicaba la clase del día el alumno López Escalona la eludía pintando casitas en su cuaderno de tareas. Lo cierto de todo es que Antonio López Escalona siempre soñó con escribir en uno de esos periódicos de vida efímera que tuvo Ciudad Bolívar y encontró una forma de llegar a ello, asociándose con el colega Héctor Cristofini, locutor de Radio Bolívar, directivo y cronista deportivo de la ciudad. Se ligaron de forma tal que llegaron hasta montar una tienda deportiva en la que fue casa de la Librería Hispana de los Hermanos Requesen. En enero de 1969 habló con el editor y director de El Bolivarense, Álvaro Natera, para que lo dejara publicar una columna semanal semejante a la de Abelardo Raidi, “Pantalla de los jueves”, en El Nacional. Álvaro lo aceptó de mil amores y él mismo la bautizó “Ojo Avisor” y así se mantuvo por más de tres decenios. Estando en el Colegio de Ingenieros tertuliando con el poeta John Sampson, el abogado y bolerista Moisés De Lima y el ingeniero Rodríguez Mata, nos dijo que en enero cumpliría su columna 50 años y entonces “echaría la casa, digo “la casita”, por la ventana”. Cuando comenzó, los parroquianos conjeturaban que la Columna del Bachi no duraría un año; sin embargo, duró más que El Bolivarense que se paralizó como se han paralizado otro periódicos desde que el gobierno monopolizó la importación de papel. “Ojo Avisor” siguió saliendo los lunes en El Diario de Guayana. “Ojo Avisor” era una columna miscelánea de informaciones locales, reflexiones, chistes, refranes, personajes de la picaresca y otras amenidades, donde nunca faltaba una recomendada cinta cinematográfica, un cuento de Jaimito, las clásicas y menudas torpeza gallegas o un tic de la Cruz Roja Venezolana. La hebdomadaria columna periodística fue galardonada numerosas veces con el premio estadal Andrés Roderick, el Premio Municipal J. M. Gómez Rangel y recibido distinciones del Club de Leones, V División de Selva, Municipalidad de Soledad, Colegio de Ingenieros, Dirección de Deportes, Colegio Italo Venezolano María Montessori, Cámara de Comercio, Colegio de Relacionistas, Cruz Roja, Seccional Bolívar, Dirección de Turismo, entre otros. Pero la condecoración que mejor conservaba Antonio López Escalona era la Orden Congreso de Angostura, otorgada por el Consejo respectivo presidido por el Gobernador Antonio Rojas Suárez y se la impuso el entonces Vicepresidente de la República José Vicente Rangel y el director de Educación Aristóbulo Isturiz. (AF)

viernes, 9 de octubre de 2020

HÉCTOR MUJICA PEDAGOGO DEL PERIODISMO

El 17 de febrero de 2002, a los 74 años, puesto que había nacido en Carora el 10 de abril de 1927, murió en su retiro merideño Héctor Mujica, figura importante de la política, la docencia y del gremio de periodistas. Militante a lo largo de casi toda su vida del Partido Comunista de Venezuela, del cual se separó una década, antes de morir. Mujica fue uno de los puntales de la desaparecida Asociación Venezolana de Periodistas (AVP) y del Colegio de Periodistas (CNP), su primer presidente. Igualmente fue director de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, candidato presidencial, escritor, reportero en la prensa escrita caraqueña y un personaje respetado por todos. Sus restos fueron sepultados en Carora, ciudad natal. Héctor Mujica figura como fundador de la Escuela de Periodismo, que luego se convirtió en la Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades, Universidad Central de Venezuela, donde desarrolló su labor docente como profesor titular de la Facultad de Humanidades llegando hacer director de la referida escuela. En 1944 inició su actividad periodística en “Aquí wará” para luego continuar escribiendo en el semanario Fantoches, Últimas Noticias, El Heraldo, El Nacional y Tribuna Popular. Como hecho derivado de su actividad política, debió exiliarse y fungir de jefe de de redacción del diario chileno Última Hora. Fue candidato a la presidencia de la república por el Partido Comunista (PCV) en 1978. Cultivó el cuento y el ensayo. Entre sus obras, destacan: Chile desde adentro y Venezuela desde afuera; La historia de una silla (Antonio Leocadio Guzmán) 1958; El imperio de la noticia (1967); El pez dormido (1947); Los tres testimonios y otros cuentos (1967); Las tres ventanas (1970); Confesiones de Daniel Santos a Héctor Mujica (1982) y La noche de los Ayamanes (1988). Héctor Mujica visitó Ciudad Bolívar el 21 de agosto de 1977 y en esa ocasión lo entrevisté no sólo sobre su candidatura vista como incompatible suendo presidente del CNP a lo que respondió con otra interrogante “¿Por qué tendría que ser el hijo de la panadera?”. En cuanto a periodismo dijo que en las universidades venezolanas hay (1977) alrededor de tres mil estudiantes de periodismo y casi todos optan por Relaciones Públicas o Audiovisual. También ocurre que esos “casi todos” vienen de fracasar en otras carreras profesionales, ¿tú no crees que debería regir una selección previa del futuro periodista? - Claro que sí. Yo lo propuse una vez. Propuse que se hiciese un examen de evaluación para conocer a ciencia cierta lo que llegaba a la Escuela de Periodismo, convencido yo corno otros profesores de que nos estaba llegando una resaca. Los estudiantes que fracasaban en otras carreras optaban por periodismo y entonces propuse en el Consejo de Escuela hacer un examen de evaluación para saber qué nos llegaba y qué le vamos a entregar a la comunidad venezolana. Bueno, me quedé solo. Inmediatamente la federación estudiantil me acusó de reaccionario por pedir no un examen de admisión sino de evaluación a fin de disuadir a aquella gente que servía para todo menos para periodista. De manera que esto no fue posible porque en este país entre demagogia, populismo y represión todo anda mal. Este es un país que anda de cabeza en vez de andar de pie sobre la tierra anda de cabeza sobre la tierra. En cuanto al periodismo impreso, por qué llega a él tan pocos profesionales. Sencillamente porque están muy mal pagados. Los muchachos optan por Relaciones Públicas y Audiovisual porque allí ganan más dinero. Entonces, la muchachita recién graduada hija de papá y mamá, antes de casarse ya está ganando 4 y 5 mil bolívares en una oficina de relaciones públicas.(AF)

lunes, 5 de octubre de 2020

EL PERIODISTA JOSÉ YÁNEZ CAICEDO

El 4 de octubre de 2002 dejó de existir José Alberto Yánez Caicedo a la edad de 86 años puesto que había nacido el 6 de enero de 1916 en Lata Cunga, Ecuador. Posteriormente, en 1965, adquirió la nacionalidad venezolana por naturalización. Se radicó en Ciudad Bolívar en los años 50 junto con su hermano Armando Yánez Caicedo, profesor de música y autor del Himno de Guayana. José Yánez Caicedo también era músico, tocaba muy bien la guitarra y como tal tuvo algunas actuaciones en Ciudad Bolívar que al final abandonó para dedicarse a los negocios. Mantuvo por algún tiempo una licorería y se distinguió como distribuidor de un famoso ron llamado ‘El Espadón’. Pero la actuación mayor y que lo arroparía hasta el fin de su vida fue la Francmasonería, el Club de Leones y el periodismo que ejerció como columnista de El Bolivarense y director de la revista Gráfica Guayana que editaba en imprenta propia en uno de los viejos inmuebles de la calle Babilonia. En esta revista se inició Gladys Figarella y luego conmigo en la revista “Orinoco” hasta licenciarse en Caracas como comunicadora social y luego como abogado. José Yánez Caicedo ingresó a la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP) de la mano de José Luis Mendoza y Joaquín Latorraca. Ejerció la secretaría de finanzas y la secretaría general. El Salón de Conferencias de la Casa del Periodista lleva su nombre en reconocimiento a su labor gremial consecuente e intensa. Debemos decir que cuando el gremio carecía de sede, era su casa de residencia, la calle Igualdad Nº 14, el sitio de reuniones de la AVP. Yánez Caicedo a pesar de que en el club lo hacían rugir como león, decía exhibiendo un poco su humor oscuro que prefería balar como una cabra, De complexión mediana, vestía con ropa de tendencia marrón casi siempre, muy familiar y pegado a los valores tradicionales. Un profesional bastante práctico, convencido siempre de estar en lo cierto y seguro. Le gustaba hacer el bien sin alardear de ello, por eso tal vez se enorgullecía de ser masón y escalar todos los peldaños hasta convertirse en Gran Maestro de la Logia Nº 13 al lado de don Natalio Valery Agostini, Noel Valery, José del Valle Silva e Iván Salustio Castro. Fue uno de los fundadores de un dispensario de asistencia social que duró años en el propio recinto de la logia y es digno de recordar su esfuerzo por llevar hasta el Hospital de Niños de los Estados Unidos al infante José Manuel Nieto, quien nació con una deformación del ventrículo derecho de su corazón que dificultaba el proceso circulatorio y oxigenación de la sangre. Era octubre de 1981. El tictac de su máquina maravillosa se percibía acelerado a través del estetoscopio y en vez de carmesí era azulado el color de los labios, de las uñas y el resto de su cuerpo. Tal vez un ‘soplo cardíaco’ solían decir pediatras y cardiólogos, pero ninguno podía diagnosticar con exactitud. A los nueve meses de nacido, el cuadro clínico del niño se complicó con una embolia cerebral que paralizó la mitad de su cuerpo. La madre del niño -su único hijo-, divorciada y profesora de castellano, ayudada moral y económicamente por su padre, requirió los servicios de un distinguido cardiólogo caraqueño, quien vio los resultados de los exámenes practicados en una clínica, sugirió una operación quirúrgica de inmediato. Sin embargo, la madre y el abuelo del niño dudaron y decidieron por recomendación de médicos amigos poner al bebé en manos del equipo Lechman del Hospital San Lucas de Houston. Le aplicaron exitosamente una técnica cardio-quirúrgica que abrió camino a la vida de un niño. A los 24 meses de edad el infante sobrevivió a tres operaciones del corazón en 2 días. (AF)

viernes, 3 de julio de 2020

CHEMELO O SIMBIOSIS JERÁRQUICA DEL PERIODISMO




J. M. Guzmán Gómez (Chemelo) verdaderamente era un apasionado del periodismo, tanto que llegó a un fundar primero un semnario "El Redactor"· y luego el vigente diario "El Expreso". Un buen día llegaba la Primera Dama Alicia Pietri de Caldera a Ciudad Bolívar y el único reportero disponible era José Laurencio Silva, pero los fotógrafos Ricardo Maya y Roberto Rojas no estaban ni nada que aparecían. Pues bien, Chemelo, se arremangó las mangas de la camisa, tomó la Cámara y ese día le sirvió de fotógrafo a uno de sus reportero que todavía sobrevive a las vicisitudes del periódico. (AF)



martes, 30 de junio de 2020

¡¡¡ATENCIÓN, FIRME!!!



Ismael Morales Pérez, periodista y caricaturista de mucha chispa, se desplazaba en su camioneta ranchera, muy despacio por la calle Bolívar del Casco Histórico cuando un loco que tiene la manía de creerse soldado del Batallón Urdaneta, se le acercó agresivo con un palo, pero Morales que bien lo conocía no perdió la compostura y entre chusco y susto lo enfrentó:
-¿Usted es militar?
- Sí.
- Entonces ¡Atención... firme! ¡Media... vuelta!... ¡Marche!
Y el loco obedeció como un soldado a la voz de firme, dio la media vuelta y se puso en marcha por el medio de la calle.(AF) — con Emilmar Ibarra Morales.

viernes, 26 de junio de 2020

ANITA VIO LO QUE NO QUERÍA VER

 


Los reporteros gráficos José Luis Blasco, Armando Ney y Anita Marchese, fueron los primeros en llegar a la Gran Sabana para cubrir el trágico accidente de un avión DC-3 de Aeropostal fletado por turistas del centro del país. Pero debieron caminar un trecho largo hasta el lugar del siniestro y antes atravesar desnudos una laguna para mantener la ropa seca. La única que resistió a desvestirse fue Anita por lo que no le quedó más alternativa que arriesgar sus prendas de manufactura italiana y atravesar la laguna con las manos bien pegadas en la cara, pero inesperadamente cayó en un hoyo y tuvo que ver lo que no quería ver. (AF)



miércoles, 17 de junio de 2020

GLADYS FIGARELLA PERIODISTA DE GRAN TEMPLE






Gladys Figarella y yo editamos en 1965 la Revista Orinoco y con su producto ella se fue a la UCV a estudiar periodismo y Derecho. Juntos, el 4 de septiembre de 1966, con Nino Marchese y Vinicio Romero, íbamos a cubrir la inauguración por el Presidente Leoni de la Escuela Granja de El Callao, pero fue imposible porque la avioneta pilotada por Hugo Siverio Ramos aterrizó de emergencia en plena selva tras estallarle un cilindro. Recuerdo a Gladys, quien iba adelante, decirle al Piloto “Haga sus cosas bien, dejé los nervios”. Ya antes había demostrado su temple la colega cuando caminó al lado de Leopoldo Sucre Figarella una red protectora tendida a más de cien metros de altura entre las torre del Puente Angostura en construcción. En esa ocasión ningún periodista se atrevió. Sólo ella con su gran temple de mujer.(AF)


lunes, 2 de marzo de 2020

JOSÉ CECILIO BETANCOURT


JOSÉ CECILIO BETANCOURT
José Cecilio Betancourt" es un periodista que nunca ha dejado de ser atleta corredor, desde los 100 metros planos hasta maratones de largos kilometrajes.
Como periodista reportero nunca ha obtenido medallas, pero como atleta pasa del centenar a las cuales hay que agregar cuatro copas e igual número de trofeos.
Desde los cuatro años de edad corre largo y tendido en competencia con sus hermanos, primos, vecinos y la meta casi siempre era el árbol más  lejano y si de mango, mejor, porque chuparse esa fruta fibrosa era como llegar al paraíso, dijo en una tertulia el muchacho en la Casa del Periodista, entre risas, cuentos y chascarrillos
Betancourt que últimamente tenía un programa cotidiano en Radio Mundial Bolívar y que dejó porque un mal día los equipos trasmisores de la emisora de la calle Dalla Costa fueron robados  misteriosas, se venía galopando como un equino desde el sector urbano de Las Moreas, donde reside, hasta la antigua Radio, una de las primera establecidas en la ciudad y ahora objeto de la barbarie que parece haber llegado a este país para quedarse.
 El “Indio Yocoimero”, como él mismo de apoda, por haber nacido en San Antonio de Upata el primero de febrero de 1940, como vemos, ya es octogenario, longevidad a los que muy pocos llegan y que él atribuye a su dieta de atleta que le permite agilidad a sus piernas y vigor a su corazón de largo alcance.
 A José Cecilio poco le importa el lugar, el kilometraje y la calidad de los participantes de la competencia.  Está hecho para los grandes retos y  preparado para lo que venga. 
Su primera competen­cia organizada fue en la ciudad de Caracas, especí­ficamente en los Primeros Juegos Interministeriales, allí Bo­lívar actuó con 15 atletas y ocupó el quinto lugar sib medallas.  Había corredores muy rápidos. Luego dejó Upata y se mudó a Ciudad Bolívar, donde co­menzó a estudiar, trabajar y entrenar más fuerte. Ese mismo ario participó en una carrera de 15 kilóme­tros en El Pao de Upata, allí sí que obtuvo  su primera medalla de plata, y luego se fueron sumando más y más, has­ta acumular unas 110  en eventos locales, regio­nales, nacionales e interna­cionales.
"El único evento de talla internacional que tuvo la oportunidad de competir fue el Campeo­nato Internacional de Ma­ratón, que se celebró el año 1999 en El Tigre, estado Anzoátegui, donde logró tres medallas, una en 10 kilómetros, en 5 kilómetros y mil 500 me­tros.
Asimismo Betancourt tuvo la oportunidad de participar en los Juegos Interempresas que se des­arrollan año tras año en Ciudad Guayana, logran­do darle dos medallas a la Gobernación del estado Bolívar en el año 97 y el 98. Así como también ha representado dignamente al Colegio Nacional de Pe­riodistas (CNP) seccional Bolívar en ocho ediciones de los Juegos Nacionales, donde además mantiene el pentacampeonato en los 5 mil metros, y tres me­dallas de plata.
En cuanto a su vida de periodista, la inició en 1972 luego de su llegada a Ciudad Bolívar y tras unos cursos que se hacían por correspondencia en una academia internacio­nal.
 Su primer trabajo como periodista fue en el diario Antorcha de El Tigre, luego El Luchador, bajo la dirección de su propietario Ramón Castro Mata. El Tiempo de Puerto La Cruz y El Bolivarense en la misma Ciudad Bolívar y después como corresponsal en Ciudad Guayana y en el vespertino La  Tarde.

 Asimismo, José Cecilio Betancourt" llevó el periodismo impreso a la Radio Orinoco, Radio Angostu­ra y Radio Bolívar donde terminaron sus días a causa de la barbarie que un mal día y de madrugada hizo desaparecer los equipos trasmisores. /AF)