martes, 29 de junio de 2021

JPSEPH PULITZER

El poder para moldear el futuro de una República estará en manos del periodismo de las generaciones futuras.” (Joseph Pulitzer)

sábado, 26 de junio de 2021

A QUIÉN INTERESA SI EL PERIODISTA VIVE O SI AGONIZA???

Lingüista, geopolítico, andarín, Actor, sabelotodo, comodín, Perito en relaciones exteriores, Experto en la bolsa de valores, Conocedor de economía y estadística, Al tanto de la fisión y la balística A quien le interesa si vive o si agoniza Hay que conseguir al instante la noticia.

EL PERIODISTA DE AYER

Periodista de comienzos del siglo veinte que le llevaba por su multiplicidad unas cuantas morenas al periodista de hoy:“Quien se meta a periodista / ¡Dios le valga, Dios le asista! / pues ha de ser director / redactor y corrector / gerente, editor, cajista / censor, colaborador // corresponsal, maquinista / ha de suplir al prensista / y a veces hasta al lector”.

viernes, 25 de junio de 2021

HOMENAJEADOS LOS PERIODISTAS DE CIUDAD BOLÍVAR POR GRUPO MUSILCAL DE SOLEDAD LOS SEÍS DEL ROSARIO

El conjunto musical de la vecina Soledad “Los Seis del Rosario”, homenajearon a los periodistas de Ciudad Bolívar la víspera de su día, vale decir, el sábado 26 de junio, a las diez de la mañana, en la Casa de los Títeres, diagonal al Cuerpo de Bomberos. Estuvieron representando al CNP, Américo Fernández José Laurencio Silva y como invitada especial la licenciada Marcelis Zurita, quien vino expresamente de Puerto Ordaz. Integran Los 6 del Rosario el profesor Julio Suarez, Douglas Camacho, Juan Conde, el Negro Blanca, el profesor Eulises Álvarez, Aníbal Sánchez, el abogado Abel Fuenmayor y su invitado el profesor Carlos Rodríguez. El grupo obsequió a los circunstantes con parte de su repertorio que incluye música tradicional venezolana, pero en esta ocasión ejecutó música margariteña y guayanesa. La bienvenida estuvo a cargo de Ángel Fuenmayor, director de la Casa de los Títeres, El ofrecimiento lo hizo el profesor Abel Fuenmayor y las gracias en nombre del CNP las dio Américo Fernández. (AF)

jueves, 10 de junio de 2021

MURIÓ REPORTERO GRÁFICO ROGELIO SALAZAR

Ha muerto Rogelio Salazar, margariteño de Santa Ana del Norte que cambió la caña de pescar por una máquina fotográfica que lo acompañó en los lugares de Venezuela donde reclamaban su presencia profesional. Después de los fragores del Porteñazo, todavía con el humor acuoso de la pólvora sobre la piel, llegó al Orinoco atraído por el paisaje del que tanto oyó hablar a los navegantes, pero específicamente, por el periodista José Luis Mendoza, un compañero de lucha tanto en el terreno político de la izquierda como periodístico en tierra falconianas, quien ejercía la corresponsalía del diario El Nacional en Ciudad Bolívar. Rogelio Salazar se residenció en la antigua calle de La Pica, en la misma cuadra de la Familia Montes. Allí encontró a Carmencita Montes, la que iba ser además de su cámara fotográfica, la compañera de por vida. Comenzó a trabajar en el Laboratorio fotográfico de Nino Marchesse, un italiano también abortado por la miseria fragorosa de la guerra allá en la mediterránea tierra del fascista Benito Mussolini. Nino al llegar a la ciudad a finales de los años sesenta montó una tienda donde todo costaba un real, pero luego de la atractiva novedad, descubrió que tenía buen ojo para la fotografía y terminó montando el estudio más cotizado de la ciudad. La verdad que el hombre tenía sensibilidad artística, tanto así que los parroquianos bolivarenses lo connotaron con remoquete de “El Ojo Mágico”. Allí con todos los hierros comenzó a trabajar Rogelio Salazar, alternándose con Nino ya en el laboratorio, en el Estudio como en la calle desempeñando el oficio de reportero gráfico del diario local El Bolivarense y de los diarios metropolitanos El Nacional y La República. Los hijos de Nino, Anita y Pipo, se hicieron reporteros gráficos al lado de Rogelio Salazar, quien al final saltó a la Orinoco Mining de Puerto Ordaz donde las perspectivas económicas y profesionales eran muy superiores. El 23 de marzo de 1966 llegó a la Orinoco Mining Company para una entrevista de trabajo y se quedó ese mismo día con el cargo de fotógrafo. Para entonces vivía en Ciudad Bolívar con su esposa, por lo que tenía que viajar diariamente para poder cumplir. Entre este ir y venir, y con tan sólo 20 días laborando en la Orinoco, tomó la decisión de presentar la renuncia, lo que causó preocupación a sus superiores, quienes le gestionaron una vivienda en Puerto Ordaz, y fue así como se quedó en la empresa durante más de treinta años trabajando, pero con mayor dedicación a la revista El Minero al lado de Pedro Acosta, Luis Viteri Huerta, Leopoldo Villalobos y Carlos León. Trabajó en los laboratorios de El diario el Nacional de Caracas, La Esfera, la Mañana de Coro, Diario de Occidente y Panorama. Recibió el premio regional de periodismo “Andrés Roderick” 1984 y premio municipal de periodismo Lucas Manzano en 1971. Fue condecoradp con la Orden al Merito en el trabajo en su 1ra y 2da clase. En 1972 realizó una exposición fotográfica de mo-tivos guayaneses en la Casa del Periodista de Ciudad Bolívar, con ocasión de la entrega de certificados de asistencia al curso de mejora-miento profesional promovido por la AVP na¬cional y la CVG y como parte de los actos con los cuales iba a ser celebrada la semana del periodista. La muestra fotográfica comprendía paisajes de los tepuyes de la Gran Sabana, sus grandes saltos de agua, indios guaraunos del Delta del Orinoco, monumentos históricos de Guayana, estampas de la Ciudad Bolívar antigua y moderna, elaboración del casabe y otros temas atractivos (AF).

sábado, 3 de abril de 2021

El caso de Milagros Mata Gil

Por El Nacional -April 3, 2021 “A veces me despierto a medianoche, sudorosa y sedienta y entonces no sé, no puedo ubicarme en el momento preciso que estoy viviendo”, es la frase de inicio de El diario íntimo de Francisca Malabar, novela de Milagros Mata Gil. Esta frase recoge una de las pesadillas literarias que padecía la protagonista, la que podría ser pronunciada por cualquiera en esta zozobra permanente que significa vivir en la revolución bolivariana. Pero la escritora ha sufrido un atropello que ha merecido a voz en cuello el repudio general y masivo, manifestado en las redes, al ser encarcelada, junto con su esposo, al amparo de la inconstitucional “Ley Constitucional contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia”. Esta “ley” de título ampuloso es producto de la ilegítima asamblea nacional constituyente, al igual que lo es el pretendido fiscal que dirigió su ataque contra la escritora de 70 años. Resulta paradójico que quien ha usado el discurso político para fomentar el odio pretende regularlo por medio de la pretendida ley que debe llamarse, más bien, “ley del silencio”. Este instrumento es utilizado únicamente para perseguir a quien disienta del pensamiento único que se pretende imponer por quien maneja el poder. Pero ahora el “fiscal” del régimen lo usa para cobrar venganza personal por comentarios que siente que lo ofenden. Se trata de un artículo satírico que publicó Milagros Mata Gil en su muro de Facebook. No hay un asunto ideológico ni político involucrado. Es un capricho personal puro y duro, así como el abuso de poder llevado a su máxima expresión. Seguramente el fiscal se molestó porque la crónica de la escritora, titulada “Fiesta mortal” destaca, con hábil sarcasmo, una fiesta rimbombante a la cual asistió el “poeta de la revolución” en plena pandemia. Mata Gil se refiere a hechos ocurridos y no negados. Distinta habría sido la situación si la escritora hubiese inventado los hechos para someter al fiscal a la burla pública. El festín habría sido irrelevante si no fuese porque se violaron las reglas de la cuarentena impuestas por el gobierno al venezolano común. Pero los miembros de la nomenclatura viven bajo el manto de los privilegios y de la impunidad. Se pueden vacunar antes que los demás -sin respetar el orden de las prelaciones- y pueden asistir a fiestas pese a la prohibición impuesta. De esa manera, los venezolanos de a pie han podido contrastar el conflicto entre el lenguaje que lanza la nomenclatura revolucionaria y lo que hacen en la vida real. Por ninguna parte hay una invitación al odio. Es una reseña social, cargada de humor y con la marca de la buena escritura. No se justifica privar de libertad a una venezolana de 70 años por escribir, como ocurre en este caso. El atropello contra Milagros Mata Gil y su esposo sube de tono porque al día siguiente de su encarcelamiento fue puesta en libertad bajo el régimen de presentación y con prohibición de referirse al asunto tratado en su artículo Aquí surge otro atropello al violarle el derecho a la libertad de expresión y al libre tránsito, al quedar sometida a presentaciones, con los riesgos que eso entraña en personas de la tercera edad en tiempos de pandemia. Aquí vale la pena considerar a la propia ley que se cita para perseguir a Mata Gil y a su esposo. En efecto, el artículo 4 de esta “ley” dice: “El Estado, las familias y la sociedad tienen el deber y derecho de promover una cultura y valores de paz, diversidad, tolerancia, igualdad, respeto mutuo y convivencia solidaria para prevenir y erradicar toda forma de violencia política, odio, discriminación e intolerancias, a los fines de asegurar la efectiva vigencia de los derechos humanos”. Si el Estado tiene el deber de promover la “diversidad, la tolerancia, la igualdad, respeto mutuo y convivencia solidaria”, se debe dejar a Milagros Mata Gil y a su esposo en libertad plena, en forma inmediata. El régimen de presentación a que ha sido sometida es continuación de la violación de sus derechos humanos, y como tal debe ser denunciado ante las instancias internacionales. Dejar en manos de burócratas intolerantes y sensibles a la crítica el poder que emana de la “ley contra el odio” es exponer a cualquier creador a ser privado de la libertad. Un poema de Yolanda Pantin, una novela de Ana Teresa Torres o un ensayo de María Fernanda Palacios las puede exponer a la aplicación de este inconstitucional instrumento para la represión. Lo antes reseñado es una nueva evidencia de que el proyecto revolucionario es inconciliable con la Constitución y con la libertad. No hay Estado de Derecho sino un sistema en el que la libertad depende de la voluntad de un miembro de la nomenclatura o de un burócrata intolerante. El fiscal ilegítimo se ha convertido en una imagen de violación de derechos humanos y en un pesado fardo para Nicolás Maduro, quien haría bien en removerlo.

jueves, 4 de marzo de 2021

UN PROYECTOR DE CINE PARA LOS PERIODISTAS

En marzo de 1967, la compañía Shell de Venezue¬la donó un proyector cine¬matográfico a la Asociación Vene¬zolana de Periodistas, Seccional Bolívar, y el mismo fue estrenado con un documental "Llano Adentro'', filmado cerca del Cajón del Arauca. A nombre de la importante em¬presa petrolera venezolana, hizo la donación el colega periodista Jesús Gómez López, Jefe de Prensa de la Shell, quien vino acompañado de Luis Vergel, de la Unidad Legal. La ceremonia de entrega estuvo bastante concurrida y animada por la intervención musical del cantante de renombre internacio¬nal, Carlos Jervis, quien ha ofreci-do algunas jornadas de su arte para incrementar los fondos avepistas con el fin especifico de amueblar la Casa del Periodista. Cuando fui Secretario General de la AVP no sólo conseguí ese proyector sino también unos 2 mil libros para la biblioteca, donados unos por la Orinoco Mining y otros por Rafael Pineda y el médico Juvenal Montes. Todos desaparecieron por arte y magia de birlibirloque como desapareció igualmente otro proyector que conseguí para la Casa de la Cultura, donado por el Dr. J M Siso Martínez cuando era Ministro de Educación. (AF)

jueves, 21 de enero de 2021

EL PERIODISTA "CURRO PUYA"

” El 14 de octubre de 1974, falleció a causa de una neurisma (dilatación anormal de un sector del sistema vascular) el periodista Rafael Durán Rondón, mejor conocido en el medio como “Curro Puya”, seudónimo popularizado por la afición taurina caraqueña. Rafael Durand Rondón falleció a la edad de 63 años puesto que nació el 23 de abril de 1911 en Ocumare del Tuy (Estado Miranda). Se radicó en Ciudad Bolívar en los años sesenta contratado como director del diario “El Bolivarense”, cuando este matutino era tabloide impreso por el sistema de linotipos y plomo caliente. El famoso Curro Puya distinguido mejor como Cronista Taurino de mucho peso y pureza en el manejo del idioma, llegó a Bolívar después de 37 años prestando servicio como columnista de los diarios El Impulso, La Esfera, El Nacional, El Universal , Diario de Occidente y en las revistas Momento y Ovaciones. Fue fundador de la Asociación Venezolana de Periodistas en Caracas al lado de Francisco J. Ávila, Pascual Venegas Filardo y Ramón Díaz Sánchez. En la Seccional de Ciudad Bolívar llegó a ser Secretario General. Después de El Bolivarense pasó a Relaciones Públicas de la Asamblea Legislativa en tiempos de Róger González y estuvo metido en un proyecto para la edificación de una Plaza Monumental de Toros en Ciudad Guayana. Curro Puya se hizo popular e indispensable en las tertulias de intelectuales y aficionados taurinos de Ciudad Bolívar como esta de la foto en compañía de un oficial de División de Infantería y los periodistas Gustavo Naranjo y Evelio García. Solía en raptos bohémicos contrapuntear con Manolo Cisneros en el cante-hondo y romances de García Lorca en las tenidas vespertinas y nocturnas de la Ciudad Bolívar de los años sesenta y setenta cuando una neurisma lo corneó para ir a morir a la Caracas del Nuevo Circo tantas veces cantada por Billo.